Mario Iván Martínez

Actor, músico y cuenta - cuentos

Cuento del Mes

El Cuento del Mes

FABULEANDO
Diciembre de 2010

Qué tal amigos, les saluda Mario Iván Martínez. Hoy tengo para ustedes una colección de historias cada mes que hemos titulado Fabuleando...

Y la hemos llamado así porque todas las historias son fábulas. Pero ¿qué es una fábula? Ah las fábulas, son historias que supuestamente nos dicen lo que está bien y lo que está mal. Esto podría sonar aburrido, pero fíjense que no lo es, por que en la mayoría de los casos los protagonistas de estas historias, son animalitos; animalitos que tienen las virtudes y los defectos de los seres humanos, así que resultan bastante divertidas. De esta manera, el que lee una fábula no tiene por qué sentirse aludido, a menos que como dice el dicho: “le quede el saco y se lo ponga”. Por ello tengo para ustedes historias que nos divierten pero que también nos orientan a todo lo que es noble, amable y bueno.

La Tortuga y los Patos
La Fontaine

¿Cuántas veces nos pasa que soñamos con viajar y conocer otros países y de pronto llega un extranjero quién nos pregunta sobre los atractivos de nuestro país y nos damos cuenta que lo conocemos muy poco.
Este es el caso de la historia que voy a relatarles. Se llama

La Tortuga y los Patos

TORTUGA - Este verano no me ocurrirá como los otros – dijo Celeste la tortuga mientras miraba una bandada de pájaros silvestres que llegaban desde el sur.
Este año sí viajaré.

- El anterior justo cuando me disponía a hacerlo llegó doña lagartija con todo y ocho hijos a pasar las vacaciones. ¡Ay que lata me dieron! El año anterior le dio paperas a mi sobrinita la tortuguita Clementina y tuve que quedarme a cuidarla.
Y con lo chillona que es. Y el anterior, a no pues el año anterior era muy chiquita para viajar sola.

NARRADOR - Sin embargo les digo aquí entre nos amiguitos que aunque Celeste la tortuga decía que le gustaba viajar, la verdad de la verdad, casi no salía de su casa. No conocía muchos lugares que había cerca, el hermoso manantial de las mariposas, por ejemplo, el monte de las flores de cempasúchtli, la pradera de los venados de oro. Y es que como Celeste sabía que estos bellos lugares estaban cerquitita entonces cada vez que parecía hacerse el ánimo de visitarlos, desistía de ello diciendo:

TORTUGA - Mañana. Mañana voy. Al cabo está aquí a la vuelta.

NARRADOR - Y es que lo que Celeste la tortuga realmente deseaba era poder volar, volar a los países más exóticos donde abundan palacios, góndolas y extraños animales como la llama, el oso blanco, el ornitorrinco y el canguro.
Todo eso está bien, sin embargo lo que no estaba muy bien es que Celeste la tortuga sentía desprecio por su propia tierra.

Cierto día, el cielo se ensombreció. Celeste volvió la mirada hacia arriba y descubrió a una ruidosa parvada de patos silvestres a punto de aterrizar.
Cuando se hubieron asentado en las orillas de la laguna, nuestra amiga la tortuga, con su acostumbrada lentitud se acercó a charlar con los patos.

CELESTE - Hola muchachos, do you speak English? Parlez vou Francais?

PATO JOYUYO - Español mi hija, español. -contestó un pato vivaracho y despeinado.

CELESTE - A qué bueno. Bienvenidos soy la tortuga María Celeste Florentina del Sagrado Caparazón para servirles.

PATO JOYUYO - A pues chócalas Celeste. Mira yo soy el pato Joyuyo, el es rojizo, el Picazo, el Espinudo y el es mi primo el pato mandarín. Nos visita desde la China

MANDARIN - Na kahn toya in un kim mahé

CELESTE - Ayyy que bonito habla verdá? No entendí nada pero que bonito, yo también quisiera hablar así ¿desde la China viene? Ay qué suave ¿Saben? yo este año así como ustedes, me voy de aquí. Y la puritita verdad no creo que regrese. Quiero llegar hasta China, hasta Egipto...

NARRADOR - Entonces el pato mandarín preguntó:

MANDARÍN - Y ¿cómo viejalá?

CELESTE - Pues si soy bastante vieja pero todavía puedo.

JOYUYO - No mi primo pregunta, ¿como viajarás?

CELESTE - Ah pues ... andando

PATOS RÍEN

CELESTE - ¿De qué se ríen?

PATO - Bueno pero ojala no tomes a mal lo que te voy a decir pero al paso que se mueven ustedes las tortugas, tardarás 20 años en llegar.

LOS PATOS RIEN

CELESTE - No importa, yo vivo 150 años. Paso a pasito por el caminito voy. Fíjate ,no es por presumir pero así hasta le gané a una liebre presumida en una carrera.

JOYUYO - ¡ Fuiste tú! Oye simón si eres toda una estrella. Saliste en primera plana de la Gzeta Patuna. No qué buen plan ¡Soy tu fan número 1! Hasta este cuate, ¿cómo se llama el escritor?

CELESTE - Esopo esopo, el señor Esopo vino a hacerme una entrevista.

JOYUYO - Ese, ese el Esopo ¿me das tu autógrafo?

CELESTE - Claro, claro, pero hagan cola ¿eh?

NARRADOR - Entonces después de los autógrafos los patos se voltearon a ver, hicieron un teamback Y luego de una breve conferencia patito lógica, creo que eso no existe pero suena bien, voltearon hacia Celeste y dijeron:

JOYUYO - Celeste ¿qué crees? Como estamos ante una súper rock star de las fábulas, hemos decidido mocharnos todos para que realices tu viaaaje.

CELESTE - ¿A poco? ¿Y cómo?

MANDARÍN - Volarás con nosotros hacia los países del lejano oriente, - continuó el pato mandarín - verás castillos, monumentos milenarios, pagodas, enormes volcanes nevados y brillantes rascacielos

CELESTE - ¿rasca queee?

JOYUYO - Cielos, rasca cielos

CELESTE - No mejor yo a eso paso, yo solita me rasco

PATO - Verás ascensores, los automóviles del hombre y ...
En Egipto bailarás entre altísimas palmeras, bailarás al compás de los tambores y de las flautas: ¡ la danza del ombligo!

CELESTE - Ay qué suave. Pero oigan... yo no tengo ombligo

JOYUYO - No importa. Mira Celeste lo que necesitamos ahora es armar la máquina.

CELESTE - Máquina. ¿Cuál máquina?

MANADRIN - Pues la máquina para llevalte con nosotlos.

CELESTE - ¡¿Ay qué suave verdad?!

NARRADOR - Y así, guiados por Joyuyo el líder de la banda los patos se fueron a cortar unas fuertes ramas de un sauce llorón que acariciaba suavemente las aguas cristalinas ante la mirada entusiasta de Celeste. Cortaron varias de ellas y después de quitarles las hojas un pato silbón llamado César exclamó:

PATO - Está lista la máquina Celeste.

CELESTE - Ayy gracias César.

JOYUYO - Celeste abre la boca y sujétate bien. Volaremos por un largo rato hasta llegar a Egipto.

CELESTE - Pa luego es tarde mis cuates.

NARRADOR - Y así, Celeste la tortuga mordió firmemente la vara aferrándose con sus pequeños dientes. Cada una de las aves sujetó con su pico los extremos y a una señal del pato Joyuyo echaron a correr.

Al obtener una buena velocidad levantaron el vuelo.

Los patos tenían que hacer un esfuerzo mayor con sus alas para sostener a Celeste por los aires.

¡La tortuga se sentía feliz!!

De pronto todo lo que conocía pasaba por debajo de sus patitas, su casa, el sauce y la madriguera de la señora conejo quién despreocupada tendía la ropa de sus hijitos. Al ver a Celeste en el aire exclamó la coneja exclamó:

CONEJA - Zanahorias fritas pero si es Celeste, ¡miren, la tortuga está volando!

NARRADOR - Al grito de la coneja acudieron muchos animales, bueno hasta el gato y el perro de la granja interrumpieron su acostumbrada riña para presenciar aquel fenómeno.

PUERCO - ¿Es ese un pájaro? Preguntó el puerco
BORREGO - Es un comeeeeeta? Preguntó el chivo
GALLINA - ¿Es un avión? Preguntó la gallina
CONEJA - No, - concluyó la coneja - es ¡¡¡Celeste la tortuga!!!

NARRADOR - Celeste saludaba orgullosa desde el aire a todos los sorprendidos, quienes abajo parecían diminutas esferitas de colores sobre la verde hierba.

De pronto la emocionada tortuga abrió la boca y dijo:
¡Me voy a tierras mejores y no volveré jamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!

Pero al hacerlo naturalmente se desprendió de la vara y se precipitó hacia la tierra.

Afortunadamente cayó en el manantial de las mariposas y salió ilesa. Pero al surgir del agua, vio a los patos alejarse pero entonces...

Contempló con asombro a miles de mariposas coloridas en su santuario. Era de lo más hermoso que sus ojos habían visto. Después se enteró que ahí mismo por las noches las ranas ofrecían fantásticos conciertos.

Conoció el valle de los venados de oro, asistió al desfile de los escarabajos, visitó el bosque de los pinos gigantes y poco apoco se percató de que aunque está muy bien desear ver otras tierras, antes que nada vale la pena conocer la nuestra.

CELESTE - Ayy esto es tan lindo como deben ser las góndolas y los rascacielos de otras tierras. Y además todo está rete cerquita de mi casa.
¿Qué suave verda?

NARRADOR - Todo esto le pasó a Celeste la Tortuga cuando aún era muy joven, afortunadamente todavía le quedan más de cien años para seguir sorprendiéndose con todo lo bueno y lindo que hay a su alrededor.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado

FELICES FIESTAS