Mario Iván Martínez

Actor, músico y cuenta - cuentos

Cuento del Mes

El Cuento del Mes

FABULEANDO
Mayo de 2010

Qué tal amigos, les saluda Mario Iván Martínez. Hoy tengo para ustedes una colección de historias cada mes que hemos titulado Fabuleando...

Y la hemos llamado así porque todas las historias son fábulas. Pero ¿qué es una fábula? Ah las fábulas, son historias que supuestamente nos dicen lo que está bien y lo que está mal. Esto podría sonar aburrido, pero fíjense que no lo es, por que en la mayoría de los casos los protagonistas de estas historias, son animalitos; animalitos que tienen las virtudes y los defectos de los seres humanos, así que resultan bastante divertidas. De esta manera, el que lee una fábula no tiene por qué sentirse aludido, a menos que como dice el dicho: “le quede el saco y se lo ponga”. Por ello tengo para ustedes historias que nos divierten pero que también nos orientan a todo lo que es noble, amable y bueno.

El Potro y el Burro
Esopo

Iban un potro y un burro
con sus respectivos dueños
a lo largo de un camino,
y con exhaustos empeños...

El asno siempre auxiliaba
al caballo en su quehacer,
pero éste nunca ayudaba
por grosero y descortés.

En esta fecha especial
el burro iba muy pesado,
y el flojo caballo aquél,
no iba pá nada cargado.

El burrito dijo al potro
que lo ayudara un poquito,
ya que podría reventar
si no se daba un respiro.

El potro enseñó los dientes
y mostró su gran sonrisa,
tu naciste pa´ cargar
así lo dicen en misa.

- El caballo se negó,
a dar la ayuda pedida,
y el burro murió al instante,
minado por la fatiga.

Tarde comprendió el caballo
el tamaño de su error,
pues llevó toda la carga
y al burro, también cargó.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado

Y
El viento y el sol

En cierta ocasión el viento y el sol quisieron saber cuál de los dos era más fuerte.

En aquel mismo instante apareció un hombre en el camino.

VIENTO - ¿Ves Sol aquel hombre con su capa? - intervino el Viento - Quien logre quitársela será el vencedor -

SOL - ¡Juega! Contestó el Sol!

NARRADOR - El viento lo intentó en primer lugar y sopló tan fuerte como un huracán. Entonces el hombre para no perder su capa y su sombrero, cuanto más fuerte soplaba, tanto más se sujetaba la capa con las manos.

- Desalentado el viento dejó de soplar.

- A su vez el sol, sin hacer ruido, envió sus calurosos rayos con más ardor que de costumbre.

HOMBRE - ¡Ah que clima! se quejaba el hombre, febrero loco y marzo otro poco! - ¡Que calor, ahora me estoy asando!

Entonces el hombre no sólo se quitó la capa, sino la camisa y los zapatos y el sol fue declarado vencedor.

Moraleja

A veces vale más usar la maña y la cabeza, que la fuerza. Y colorín, colorado ...